Criterios del alineamiento, direccionalidad y sincronización en la investigación científica

Resumen

Una de las principales dificultades en la producción científica actual es que no existen criterios uniformes para el desarrollo de las investigaciones y los procesos que ellas conllevan. La dificultad más saltante está referida al aparente conflicto entre los estudios cualitativos y los cuantitativos que han generado que se produzcan los denominados estudios mixtos. Lo cierto es que no existe tal confrontación, pues son momentos distintos dentro del proceso de generar conocimientos o solucionar problemas reales y palmarios (Supo & Zacarías, 2020). No se puede realizar investigación cuantitativa si no se hace previamente la cualitativa. Son los insumos que se producen en los estudios cualitativos, a los que se les denomina categorías, los que sirven para realizar las investigaciones cuantitativas y es en ese preciso momento que aparecen las variables. En ese sentido, las categorías se descomponen, se deconstruyen; mientras que las variables se miden y esta pequeña diferencia hace que estas investigaciones fluyan de lo cualitativo a lo cuantitativo. ¿Cómo medir algo que no se ha definido? ¿Cómo calcular algo que no se conocen sus componentes? Es por ello que cada tipo de investigación cumple una función, así como el estómago y el cerebro en el ser humano; así como el juez y el fiscal en un proceso judicial; así como el docente y el estudiante en una sesión de aprendizaje; así como la materia y energía en un fenómeno físico; así como la oxidación y reducción en un proceso químico; así como el médico y paciente en una consulta médica. Todo se encuentra concatenado y debe verse como un proceso holístico y sistemático. Lo cualitativo y cuantitativo son dos caras de una misma moneda, y ambos son científicos.